Intervención del senador del PRD, Francisco Javier Castellón Fonseca, para referirse al dictamen respecto a los presos políticos cubanos.
Francisco Javier Castellón Fonseca (FLCF). Estimadas senadoras, senadores. Es evidente que todo lo que tenga que ver con Cuba y la relación con México nos duele a todos, y no desde ahora, es una relación histórica que parte desde el siglo XIX con el apoyo mexicano a José Martí, que parte de una relación que, incluso, durante los hechos de la Decena Trágica, el embajador cubano quiso intervenir para salvaguardar la vida de Francisco I. Madero; hasta las múltiples relaciones que durante todo el siglo XX, incluida la coyuntura en la que la revolución cubana triunfó nuestros habitantes, los políticos, la gente, sintió lo que pasaba en Cuba.
Por eso es un debate que nos duele a todos, pero creo que es importante diferenciar dos cosas, porque es cierto que hay una vida humana perdida en una acción política, que a manera de ver de algunos debió haber sido garantizada por las autoridades penitenciarias de la isla; cierto es también, que los canales de diálogo, porque esos son los argumentos del punto de acuerdo propuesto, del gobierno cubano con la oposición no son los que quizá desearíamos quienes vivimos en otro tipo de régimen. Cierto es también que quizá las condiciones de Cuba las veamos a través de cristales ideológicos políticos más que la visión, la vivencia que pudiéramos tener con/ en la propia isla.
Sin embargo, yo tengo la percepción, y por eso mi voto en contra, de que el pronunciamiento del Senado forma parte de una gran ofensiva cultural conservadora.
Me perdonan mis compañeros de bancada, a los cuales respetaría su voto, pero creo que sí forma parte, no de una ofensiva conservadora en México, creo que eso sería incluso una acusación leve; creo que hay una ofensiva cultural de la derecha en Latinoamérica en contra de la Revolución cubana con diferentes fines y objetivos que quizá tengan que ver con la apertura política del mismo régimen.
Sin embargo, también tenemos muy claro que las condiciones actuales deben ser los propios cubanos los que generen las condiciones y las posibilidades de un cambio de régimen, si ellos lo quieren; sin embargo, también tenemos que considerar que las condiciones que dieron lugar al régimen que los propios cubanos fueron quienes determinaron, deben ser aquellas que necesiten cambiar.
Por esa razón, nosotros, en mi caso al menos, tenemos muy claro que los cubanos son los que deben determinar y los que deben conducir su rumbo. No me atrevería yo a decir lo que han hecho o lo que no han hecho los líderes en Cuba, más bien, lo que me atrevería a decir es lo que en este momento el pueblo de Cuba quiere, y qué es y hacia dónde lo están dirigiendo.
No podemos entonces, jugar el juego conservador, creemos que si debe haber un cambio de régimen debe ser un cambio pacífico; creemos que si hay que preocuparnos por los presos y por sus condiciones tal y como están ahora en Cuba, hay que hacerlo y hacérselo saber al régimen cubano; pero no podemos hacer de eso un arma en contra de un régimen distinto al que nosotros vivimos.
Muchas gracias.
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